En la previa de la final contra Ben Hur, el plantel de Sportivo Desamparados fue bendecido en la puerta de la Basílica en una emotiva ceremonia encabezada por el padre José María Solar. Los jugadores y el cuerpo técnico, que este domingo buscarán el ascenso en Pergamino, recibieron palabras de aliento, un rosario bendecido y el respaldo de un nutrido grupo de hinchas que los despidieron con cánticos y aplausos.
Desde temprano, la afición puyutana se congregó en las afueras de la iglesia para compartir un momento especial con sus ídolos, sacarse fotos y pedirles que traigan la gloria a San Juan. En un pequeño altar, junto al agua bendita, se colocó una camiseta verde y blanca como símbolo de la fe que acompaña al equipo.
El padre José María recordó la promesa que había hecho con el plantel y les expresó su deseo de que Dios los acompañe en el partido. «Que no se lesionen, que el arquero esté bien ubicado y que el defensor no sea tan rústico», bromeó, destacando la importancia del respaldo espiritual en este desafío. También mencionó a la Virgen de Desamparados, comparándola con las madres y esposas que esperan con ilusión el regreso del equipo.
Uno a uno, los jugadores y el cuerpo técnico recibieron la bendición y un rosario. La ceremonia concluyó con la bendición de una camiseta en representación de todo el plantel y la ovación de los hinchas, quienes manifestaron su confianza en el equipo.
El arquero Lucas Real, clave en la clasificación por penales, afirmó con convicción: «Podemos ascender». Destacó la unión del grupo y la ilusión de lograr el objetivo. «Es un sueño poder devolverle todo el agradecimiento al club y a los hinchas con un ascenso», aseguró.
La emoción invadió a los presentes, especialmente a un hincha que, con lágrimas en los ojos, expresó su fe en el equipo. «El domingo ganamos, vamos y ganamos, se dará por todos los kilómetros que vamos a hacer», afirmó con voz entrecortada.
Con la bendición recibida y la pasión intacta, Sportivo Desamparados emprende el viaje con el sueño del ascenso más vivo que nunca.
